Se creo un sistema de gobierno de 3 partes, en la que intervenía la parte española por medio de los soldados, otra parte era la Iglesia y por último un representante de los indios, llamado "Capitancillo".
Cuando un indio rompía alguna regla o falta a sus leyes era castigado en el centro de la plaza de San Carlos, donde estaba la picota (que era un poste enterrado en el suelo) donde el indio era amarrado y después castigado con tantos azotes del látigo a como correspondiera a su falta; el soldado marcaba el ritmo de los azotes para que el Capitancillo azotara al indio frente a la comunidad existente como escarmiento.
Recientemente se introdujo la flauta acompañando a la tambora como folklore, y se acompaña con un baile, donde los participantes bailan tomados de la mano haciendo círculos, alejándose y acercándose, como si rodearan la picota.
Reproducción del croquis original de Archivos Generales de la Nación
(Nótese la picota al centro de la plaza)
Fotos y narrativa: Dr. Miguel A. López
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